martes, 11 de octubre de 2011

Dream Theater - A Dramatic Turn Of Events (2011)


Mucho se ha comentado lo que sería de este disco, ahora que Dream Theater se encuentra sin su batería de toda la vida, Mike Portnoy. No sólo por ser el señor Portnoy uno de los mejores en su campo, sino porque además, era una pieza importante a la hora de componer los temas de estos abanderados del metal progresivo. Ocupando el puesto de Portnoy entró Mike Mangini, quien tocó también con Annihilator en su época. Y el cambio se nota. No es ni negativo ni positivo, es un cambio.


Pero ponernos a debatir sobre si Mangini es mejor o peor que Portnoy es una tontería. Centrémonos en los hechos. En el disco que lanzaron este año. Antes de comenzar, mandar un saludo a mi compañero Calintz, y dedicarle en parte la crítica, pues fue él quien me pidió que reseñara este disco. Pues allé vamos, como quien dice.

El disco abre con On the Backs of Angels, donde, como ya he dicho, se nota la ausencia de Portnoy. Mangini también es un buen batería, pero no puedes esperar que se adapte a una banda como Dream Theater en tan poco tiempo. A pesar de todo, las guitarras de Petrucci y, en especial en este tema, los teclados de Jordan Rudess, con un ligero toque electrónico en ocasiones, siguen tan afilados como siempre. Un tema de corte clásico de Dream Theater.

Build Me Up, Break Me Down sigue más o menos esta línea, con un poco más de fuerza en algunas de sus partes. No hay mucho más que comentar, a pesar de todo los esfuerzos del grupo es una canción que te deja algo frío e indiferente.

Afortunadamente, Lost Not Forgotten, que es sin duda el mejor tema de todo lo que llevamos del disco, llega para erigirse con maestría. Instrumentalmente es una auténtica delicia. Tiene un aire mucho más pesado que los otros temas, y James LaBrie suena con potencia y decisión sobre los riffs de Petrucci. Unos diez minutos muy bien aprovechados.

This Is The Life es una media balada más melódica y personal, con un LaBrie más filósofo y melancólico de lo habitual. Deberían echarle un ojo a la letra, no tiene pérdida. El señor Rudess también se luce en los teclados.

El comienzo de Bridges In The Sky no es muy prometedor. Una especie de sonido grave que recuerda a un sapo abre un tema de unos once minutos, que, si bien el riff principal suena bastante apoteósico, el resto de instrumentos no acaban de casar del todo con la fuerza de la guitarra. Pasados más de siete minutos desde el principio del tema, vuelve ese duelo instrumental entre los solos de guitarra de Petrucci con el teclado de Rudess, que como es habitual, son capaces de salvar un tema entero, por muy malo que sea. Digno de mención también es LaBrie, que suena mejor que nunca. El sonido del sapo cierra un tema circular que tiene cosas tanto a alabar como a criticar.

Outcry tiene ese comienzo épico con guitarras potentes y teclados ambientales, seguidos de una melodía apoyada con un ritmo que parecería obra de un DJ. Tras una estrofa típica de Dream Theater, la música desciende hasta dejar a LaBrie cantando sobre una ligera base de teclado. Pero no dura mucho, pues las guitarras vuelven para abrir paso a un decente estribillo. A partir de aquí, la canción se vuelve prácticamente instrumental, donde despunta la experiencia de estos muchachos en la música progresiva, con mil y una virguerías de Petrucci, Myung y Rudess. Algo que me gusta es que el tema mantiene esa atmósfera épica durante casi todos los once largos minutos que dura. Y si alguien duda aún de Mangini, debería estar atento a la batería en este tema. A dos minutos del final, LaBrie vuelve con el estribillo para dar por finalizada la canción.

Al señor LaBrie se le atribuye la composición general del siguiente tema, Far From Heaven, una balada aún más tranquila y lenta que This Is The Life, apoyándose tan sólo en el piano de Rudess y unos pocos instrumentos de cuerda para dar una lección musical y para mostrarnos una de las mejores letras del disco.

Parece mentira que un tema tan largo, el más largo de todo el disco con sus 12 minutos y 26 segundos, como Breaking All Illusions empiece a dar caña desde el primer segundo. Es quizás el tema más progresivo, con frecuentes cambios de ritmo, además de bruscos giros a lo largo de todo el corte. Propuesta interesante y variopinta, posiblemente el mejor tema de todo el disco. Al menos desde mi punto de vista, supera a Lost Not Forgotten, y por bastante.

Beneath The Surface, otro tema relativamente lento, da por finalizado el disco. Bastante conmovedor, y el solo de teclado de Rudess da un toque distintivo a la par que elegante a la canción. No es como las baladas que suelen componer estos chicos, no obstante funciona bien y cierra de una forma más que aceptable el disco.

Es resumen, es un buen disco. A partir del tercer o cuarto tema apenas echas de menos a Portnoy. Mucha gente va por ahí quejándose de la salida de Portnoy del grupo, que sí, no se lo discuto, era un distintivo de Dream Theater, pero no por su ausencia podemos echar abajo el trabajo de Petrucci y los suyos. No es de lo mejor que haya producido Dream Theater, pero aprueba y con nota. Demasiadas baladas para mi gusto, pero están escritas a conciencia, así que no puedo quejarme. Atentos a Breaking All Illusions, Outcry y Lost Not Forgotten.

1 comentarios:

  • 12 de agosto de 2013, 17:48
    L6944 says:

    Lo escuche, fue bueno

    delete

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